Néstor Zarza, presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), explicó que este fenómeno responde a dos situaciones puntuales: el aumento de la demanda por estas fechas y el golpe que sufrió la producción debido a las altas temperaturas.
“Es algo que caracteriza no solamente a nuestro país sino a toda la región casi todos los años. El año pasado tuvimos el agravante de la menor disponibilidad del producto, es un comportamiento similar de nuevo por la temporada de calor”, puntualizó.
Según adelantó, el ciclo de precios altos normalmente va hasta el mes de junio en vista de que en temporada de invierno la demanda vuelve a repuntar. “Luego llega la temporada de julio/agosto, donde hay menor cantidad de huevos caseros y las familias del interior se alimentan de la producción industrial, entonces todo eso suma aún más”.