Peso argentino al borde del colapso en vísperas de elecciones

Javier Milei insiste en que dar muerte al peso para eliminar la constante emisión monetaria que financia el déficit fiscal es la única vía para poner fin a la inflación.

Asunción (Paraguay), 20 oct. (PLUS).- Con las elecciones argentinas en puerta, se ha creado un dilema respecto a la moneda local. Este domingo 22 se sabrá si el peso argentino tiene o no los días contados.

La divisa, que desde su creación en enero de 1992 y durante una década equivalió a un dólar estadounidense, se fue depreciando por políticas erróneas y recurrentes crisis y actualmente no vale ni medio centavo de la moneda norteamericana.

«El peso no puede valer ni como excremento, porque esa basura no sirve ni para abono», aseveró días atrás el economista libertario Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza (derecha), a quien los sondeos ubican como favorito, según EFE Noticias. 

Javier Milei insiste en que dar muerte al peso para eliminar la constante emisión monetaria que financia el déficit fiscal es la única vía para poner fin a la elevadísima inflación, del 138% interanual en septiembre. Pero no son pocos los que temen que un cambio disruptivo mal ejecutado desemboque en una hiperinflación como la que padeció Argentina en 1989-1990.

«Si se dolariza y no se tiene equilibrio fiscal, no se baja la inflación. Tan disruptivo es lo que propone Milei que a mí me parece muy burdo técnicamente y no creo que se pueda aplicar porque políticamente y socialmente es casi inhumano», dijo a EFE Leonardo Piazza, director de la consultora LP Consulting.

Asimismo, Agustín Rossi, jefe de gabinete de ministros y candidato a vicepresidente por Unión por la Patria, dio una entrevista para CNN Radio donde analizó la recta final de la campaña de cara a las elecciones con fuertes críticas a Javier Milei.

El mismo aseveró, “La dolarización es invitar a que los carteles narcos se instalen en Argentina”. Por otro lado, dijo que, “La única manera de resolver la inestabilidad cambiaria es aumentando las exportaciones y el único que piensa en eso es Sergio Massa”.

¿QUÉ PROPONE MILEI?

Javier Milei asegura que técnicamente es factible dolarizar la economía argentina. Para eso, anunció que junto a sus asesores está “empezando a discutir el formato de proyecto de ley a enviar al Congreso para dolarizar” en caso de llegar a la presidencia.

Sin embargo, para dolarizar hay que tener dólares, y eso es precisamente lo que Argentina no tiene, dado que las reservas han disminuido drásticamente y el circulante en dólares es limitado.

“Nosotros estuvimos avanzando en negociaciones y ya conseguimos los dólares para dolarizar la economía al valor del dólar de mercado. Seguimos trabajando para resolver un gran problema de Argentina, que es la inflación”, escribió Javier Milei en su cuenta de X (antes Twitter).

Wildo González, chief economist de Puente Casa de Bolsa, aseguró que en el hipotético caso que Argentina llegue a cambiar de su moneda por el dólar, la falta de un tipo de cambio que responda a shock externos, llevaría a que el país experimente una apreciación del tipo de cambio real.

“Esto disminuiría la competitividad de las exportaciones argentinas. En ese contexto, las exportaciones de Paraguay podrían volverse más competitivas en comparación con las del vecino país”, subrayó. 

Argentina no sería el primer país de América Latina en adoptar esta medida. Ecuador, en 1999, y El Salvador, en 2001, adoptaron el dólar estadounidense como una moneda de uso corriente. Panamá usa el dólar también, pero desde 1904.

La mayoría de los economistas sostienen que lejos del excesivo optimismo con el que Milei vende su promesa, dolarizar la economía no es una solución mágica.

“La dolarización en Argentina generará una apreciación de su moneda, que elevará de golpe los costos para los argentinos. Economías como Ecuador o El Salvador lograron -de cierta forma- controlar esta situación. Sin embargo, para que ocurra un cambio de peso a dólar, Argentina primero debe mejorar su política fiscal”, sostuvo la economista Martha Coronel.

Según datos oficiales, los argentinos atesoran unos 265.000 millones de dólares en cuentas fuera de su país, en cajas de seguridad o en billetes guardados «bajo el colchón», aunque esa cifra sideral no les garantiza el sueño en absoluto y siguen demandando divisa estadounidense, que hoy vale dos veces más en la plaza informal que en los bancos y casas de cambio a los que pocos pueden acceder por el «cepo» cambiario.

Los argentinos son, de hecho, bimonetarios -fijan precios de bienes y contratos de servicios en función del valor del dólar- algo que la candidata presidencial Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio, centroderecha) propone normalizar, quitando el «cepo» y dejando que la gente opere libremente en pesos o en dólares.

Pero una unificación cambiaria sin generar al mismo tiempo confianza no está exenta de una fuerte devaluación y su inmediato efecto inflacionario, algo que ya ocurrió en agosto, con un salto del 22% en tipo de cambio oficial y del 12,4% en la inflación mensual.

El candidato oficialista y ministro de Economía argentino, Sergio Massa, promete relajar las restricciones cambiarias, pero en forma gradual, y apuesta a una recuperación del peso en 2024, de la mano de un mejor saldo comercial.

Sin embargo, muchos economistas y agentes del mercado creen que a los niveles de actuales de brecha cambiaria y con un Banco Central sin poder de fuego en sus reservas, aun ganando las elecciones Massa no podrá esquivar una nueva devaluación igual o mayor a la que convalidó en agosto por exigencia, según ha alegado el propio ministro, del Fondo Monetario Internacional, al que Argentina adeuda 46.000 millones de dólares.

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