Paraguay necesita hacer una gran reingeniería del gasto público

Paraguay es uno de los países con el gasto público más ineficiente de América Latina.

Bajos niveles de desembolso del Estado en educación y salud limitan el desarrollo del capital humano.

El gasto público paraguayo se concentra en salarios y remuneraciones del sector estatal.

Asunción (Paraguay), 21 nov (PLUS).- Paraguay tiene un nivel de gasto público del 18% del PIB, que es inferior al promedio de América Latina, que es del 21%. Sin embargo, el gasto público es menos eficiente que el de la mayoría de los países de la región.

Según el reporte «Revisión del gasto público en Paraguay en los sectores de desarrollo humano y gestión fiscal» del Banco Mundial publicado en mayo de 2023, el gasto público paraguayo es ineficiente porque se concentra en salarios y remuneraciones del sector público, que representan el 62% de los ingresos tributarios.

El estudio también señaló que el gasto público en Paraguay es poco transparente y que no cuenta con mecanismos adecuados para evaluar su impacto.

En comparación con otros países de América Latina, Paraguay tiene un nivel de gasto público más bajo en educación y salud. En educación, el gasto público representa el 3,6% del PIB, mientras que el promedio de América Latina es del 5,3%. En salud, el gasto público paraguayo representa el 2,9% del PIB, mientras que el promedio de América Latina es del 5,1%.

Estos bajos niveles de gasto público en educación y salud limitan el desarrollo del capital humano de Paraguay y el acceso de la población a servicios básicos de calidad.

Al cierre de 2022, el gasto público de Paraguay representó un 14,2% del Producto Interno Bruto (PIB). Entre los componentes de mayor peso destacaron, remuneraciones con una participación del 6,7% del PIB; prestaciones sociales (jubilaciones; Tekoporá; y adultos mayores) con un 2,5% del PIB; y uso de bienes y servicios (compras públicas) con el 1,5% del PIB.

Lo anterior no incluye inversión pública que finalizó el año 2022, en 2,9% del PIB. Para un gasto total de 17,1% del PIB.

“Cabe señalar que gran parte de la población en Paraguay considera que el gasto público es ineficiente, debido a que perciben la prestación de los servicios públicos, principalmente de salud como deficiente. Por ejemplo, los hospitales no están dotados con insumos suficientes para atender a los distintos tipos de pacientes y las esperas por análisis o consultas son largas”, explicó Ingrid Herrera, gerente del departamento de economía de MF Economía Inversiones.

En esta línea, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) del año 2018, estimó que las ineficiencias en el gasto público correspondientes a remuneraciones a empleados; compras públicas; y transferencias focalizadas en Paraguay, representaron un 3,9% del PIB.

“Si se asume que ese porcentaje no varió y se toma como referencia el PIB del año 2022, esas ineficiencias podrían haber ascendido a G. 11,4 billones. Si bien dicha cifra dista de la observada para Argentina (7,2% del PIB), también lo hace de la evidenciada para Chile (1,8% del PIB), el país con las menores ineficiencias”, aseguró Ingrid Herrera.

En ese aspecto, la economista aseguró que por tanto, los aumentos del gasto público sin tomar en consideración filtraciones -como las descritas previamente- ampliarían las ineficiencias.

“Es importante el avance que se hizo con la ley de suministro y contrataciones públicas, que busca hacer eficiente el proceso de compras públicas. Algo similar se podría realizar con las remuneraciones de los empleados públicos y las transferencias, de manera que se liberen recursos que se puedan orientar a la inversión en infraestructura y/o pago de deuda”, manifestó Ingrid Herrera.

En este contexto, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández mencionó durante la presentación “Paraguay el resurgir de un gigante” que, “En Paraguay no van a subir los impuestos de acá para adelante. No podemos siquiera pensar en pedir más impuestos si seguimos desperdiciando los recursos del Estado. Nuestro país necesita hacer una gran reingeniería del gasto público”.

Por otra parte y según el informe del Observatorio del Gasto Público de Desarrollo en Democracia (Dende) para inicios del 2023, la eficiencia del gasto público en Paraguay aún era baja. El informe señala que el gasto público se incrementó en los últimos años, sin una mejora correspondiente en los resultados obtenidos.

El informe analizó el gasto público por componentes y encontró que el gasto social es el que experimentó un mayor crecimiento a lo largo de los años. El gasto social pasó de G. 7,5 billones en el año 2008 a más de G. 33 billones en 2023. Sin embargo, señala que este crecimiento no se ha traducido en una mejora de los indicadores sociales, como la pobreza, la desigualdad o la cobertura educativa y de salud.

El informe también evaluó el gasto público por sectores y encontró que los principales sectores de gasto en Paraguay son: inversiones financieras que representan el 35% del gasto público; transferencias con el 27% y servicios de la deuda pública con 12% del gasto público.

Señaló además que el gasto en inversiones financieras se ha incrementado en los últimos años, pero que sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades de infraestructura del país.

El gasto en transferencias por su parte, se ha incrementado también, pero se concentra en los sectores de educación, salud y seguridad social. El gasto en servicios de la deuda pública ha ido aumentando en los últimos años, lo que ha reducido el margen de maniobra del gobierno para asignar recursos a otros sectores.

Dende concluyó explicando que es necesario mejorar la eficiencia del gasto público en Paraguay. Para ello recomienda fortalecer la planificación y gestión del gasto público, mejorando la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y promover la transparencia y la rendición de cuentas en el gasto público.

Si bien la estabilidad macroeconómica es altamente valorada, Paraguay tiene desafíos importantes como fortalecer la gobernanza y hacer cumplir las regulaciones. Además, Paraguay necesita generar más ingresos internos de manera justa y eficiente, mejorar la calidad del gasto público y atraer más inversión privada.