Crédito columna: Alejandro Kladniew.
Debo decir que me consta que hay un trabajo estratégico desde la secretaria de turismo de la nación (SENATUR) para desarrollar el turismo receptivo en Paraguay y desde mi punto de vista ese trabajo está más que bien focalizado y podemos ver resultados tanto en la actualidad y si se respeta a futuro el plan, entiendo que seguirá dando y ampliando sus frutos en cuanto a incrementar la cantidad de visitantes extranjeros al país.
Hay dos ejes claros, uno que apunta al turismo vinculado a congresos y eventos y otro vinculado al turismo de naturaleza y cultural.
Sin embargo, me sorprende, una vez más, la falta de visión a nivel nacional y mucho más a nivel municipal también, de la situación puntual, totalmente beneficiosa para nuestro país, respecto al potencial inmenso que se tiene hoy por el tipo de cambio del peso argentino, respecto al dólar, siendo desde siempre, que el mayor nivel de turismo receptivo en Paraguay se da desde Argentina.
Para decirlo de forma simple, Paraguay es hoy muy barato para los argentinos, y esta situación entiendo que debe aprovecharse al máximo posible.
El hecho que en las últimas semanas hayan salido noticias de que los argentinos han elegido venir más a Paraguay que a Uruguay, no expresa que esto se haya producido por alguna acción realizada desde nuestra tierra, ya sea en forma oficial, privada o mixta; sino simplemente porque naturalmente y de manera espontánea hay argentinos que analizan que consumir y venir de compras a Paraguay es beneficioso.
A diferencia de Uruguay que tiene una política de estado en cuanto a la inversión en la difusión del turismo y lo mismo la Ciudad de Buenos Aires, no existe en Paraguay ese tipo de acciones, y resulta inconveniente que eso no se realice siendo que, con acciones relativamente económicas, por ejemplo, a través de redes sociales, se podría potencializar la llegada de argentinos.
Asimismo, entiendo que, si se convoca a empresarios locales que se benefician directamente con el turismo receptivo tales como: hoteleros, gastronómicos, shoppings, etc., esto podría derivar en una alianza público-privada con múltiples beneficios para todas las partes.
También, como canal privilegiado, se puede utilizar en forma inteligente a la línea aérea nacional, PARANAIR, quien tiene vuelos desde Buenos Aires, Córdoba, Jujuy y Salta y obviamente le es un enorme beneficio traer y llevar pasajeros a nuestra capital.
Cuando la economía argentina estalló en pedazos a finales del año 2001 por la salida de la convertibilidad de 1 peso=1 dólar, y se desplomó el consumo interno, la provincia de Mendoza en medio del caos, comenzó una fuerte campaña de promoción del turismo de compra desde Chile, porque los precios en Argentina estaban por el piso, logrando por bastante tiempo que los comercios de la provincia se vean “compensados” de la baja de consumo de los locales por el consumo de los chilenos.
Sin duda esta medida inteligente, fue más que un alivio para la economía de esa provincia. Sería totalmente licito preguntarse qué sentido tendría hacer acciones planificadas para incentivar la venida de nuestros vecinos, si, sin hacerlas, igualmente vienen a visitar nuestra geografía.
En primer término, realizar acciones planificadas de promoción y difusión, podría lograr incrementar significativamente la cantidad y calidad de visitantes que estamos recibiendo hoy. Y haciendo una propuesta más atractiva, se podría lograr que las personas se queden más tiempo, y-o consuman más productos y servicios de lo que lo hacen ahora.
Creo que es una pena que, teniendo una oportunidad de generar mayor cantidad de divisas, empleo y desarrollo con algunas medidas puntuales, la misma se desperdicie por falta de visión y acción.
A veces, como en este caso, es necesario ver, a la vez, árbol y bosque.