En la edición de 2019, el festival, uno de los principales eventos culturales del verano en Europa desde los años 60, reunió a estrellas como Elton John, Sting, ZZ Top, Joan Baez, Slash o Quincy Jones.
Este año contará con la presencia de la joven argentina junto con otros artistas destacados como el cantante italiano Zucchero, el trompetista de origen libanés Ibrahim Maalouf o la maliense Fatoumata Diawara, entre otros.
Con 26 años, Nathy Peluso es una de las artistas más relevantes de su generación sobre todo en Europa y América Latina, gracias a su fusión vanguardista de hip-hop, jazz y folclore latinoamericano.
Desde que en 2017 viera la luz „Esmeralda“, su primer recopilatorio, pero sobre todo desde el lanzamiento de su himno „Corashe“, ha sumado éxitos y premios, como el Discovery Artist 2019 en LAMC.
CABEZAS DE CARTEL
Zucchero, que fue condecorado con el cuarto honor civil más alto en Italia por el presidente de la República en 2006, también forma parte del cartel de este año del festival de jazz.
Junto con el cantautor italiano aparecen nombres como el del trompetista de origen libanés Ibrahim Maalouf, que mezcla en sus obras el jazz con el rock y hasta la música oriental, o la cantante y actriz maliense Fatoumata Diawara, quien recibió dos nominaciones en los Premios Grammy de 2019.
También actuará el músico francés Woodkid, conocido por ser el realizador de videoclips de cantantes como Katy Perry y Taylor Swift, y los suizos con orígenes ecuatorianos Hermanos Gutiérrez, que exploran nuevos sonidos a base de guitarras, bongos y maracas.
El festival también contará con la presencia del cantante británico Rag’n’Bone Man, famoso por su grave voz de barítono y su single “Human”, conocido internacionalmente, que además dará comienzo a su gira europea el próximo 13 de marzo de 2022 en la sala Razzmatazz de Barcelona, concierto para el cual las entradas ya están a la venta.
FESTIVAL ADAPTADO A LA PANDEMIA
El Gobierno suizo autorizó la realización de este evento musical, uno de los primeros de gran calibre desde que comenzó la pandemia, en vista de que la situación epidemiológica en el cantón de Vaud, donde tiene lugar el festival, “está completamente bajo control” y la vacunación muy avanzada, según un comunicado emitido por los organizadores.
Sin embargo, el festival, que durará hasta el 17 de julio, contará con un aforo de 1.470 personas, en contraste con las 15.000 permitidas en el recinto en ediciones anteriores, y estará dividido en tres zonas con acceso controlado: el Palacio de Montreux, los jardines y el escenario del lago Lemán.
Además, para entrar a los conciertos de pago se requerirá un certificado COVID en formato digital o en papel junto con la entrada y un documento de identidad.
Al contrario que en otras ediciones, fuera del perímetro del festival no habrá puestos de comida y bebida, aunque se podrá acceder a ciertas zonas del recinto de manera gratuita con una reserva a través de internet para asistir a algunos conciertos y restaurantes.
Las mascarillas serán obligatorias, pero solo en los espacios de interior para los que no se requiera un certificado de vacunación.