La divisa paraguaya se aprecia por extrema iliquidez, no por fortaleza estructural o factores externos.
Se espera un repunte del dólar a medida que esta situación se normalice y la demanda estacional aumente en segundo semestre.
Asunción (Paraguay).- El mercado de cambios paraguayo observa con atención al dólar, que se mantiene en torno a los 7.400 guaraníes. Este nivel, que ya muchos consideran un punto atractivo para coberturas, se explica principalmente por una severa escasez de liquidez en la moneda local.
Lejos de ser un reflejo de fortaleza estructural, la apreciación del guaraní es una consecuencia directa de esta «sed» de liquidez. Analistas advierten que esta situación es transitoria; una vez que la liquidez se normalice, y ante una balanza comercial deficitaria y una demanda de divisas históricamente superior en la segunda mitad del año, el tipo de cambio podría retomar su tendencia alcista.
DÓLAR A 7.400: ¿TREGUA O ESPEJISMO EN EL MERCADO?
El par dólar-guaraní ha comenzado a mostrar un comportamiento lateral en torno a los 7.400, un nivel que empieza a ser reconocido por diversos agentes económicos como particularmente atractivo en el contexto actual.
A pesar del entorno de extrema iliquidez en moneda local, comienza a observarse una recuperación en la demanda de dólares, impulsada por la percepción de que estos precios son artificialmente convenientes para coberturas.
La apreciación del guaraní responde principalmente a la marcada escasez de liquidez en moneda local, y no a factores estructurales o externos. Mientras esta falta de guaraníes persista en el sistema financiero, es probable que el tipo de cambio se mantenga contenido o incluso debilitado frente al guaraní.
“Ubicamos soportes en 7.300 y 7.200, mientras que las resistencias se sitúan en 7.800 y 7.900. En términos comparativos, el guaraní se ha fortalecido un 5,10% frente al dólar en lo que va del año, mientras que el DXY acumula una apreciación del 6,22% y el real brasileño del 8,12%”, según un reporte de Atlas Casa de Bolsa.
Una vez que esta situación de iliquidez se normalice, se estima que el tipo de cambio debería retomar la tendencia alcista, en línea con un contexto de balanza comercial deficitaria en lo que va de 2025, y con una segunda mitad del año que históricamente presenta una demanda de divisas muy superior a la oferta.

