El turismo extranjero remonta en China, pero aún no alcanza cifras previas a la pandemia

Pekín, 13 ago (EFE).- La política china de exención de visados para visitar el país ha empezado a dar sus frutos, aunque la cifra de turistas extranjeros todavía no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia de la covid.

Desde el pasado noviembre, Pekín exime de visados a ciudadanos de varios países, la mayoría de ellos europeos, para visitar China un máximo de 15 días, a lo que hay que sumar la ampliación de los tránsitos sin visa que permiten permanecer hasta 144 horas en varias de sus ciudades.

Así, China registró cerca de 14,64 millones de entradas de extranjeros en el primer semestre de 2024, según datos publicados recientemente por la Administración Nacional de Inmigración, lo que supone un aumento interanual del 152,7 %.

Del total, más de 8,54 millones llegaron gracias a la política de exención de visados, según la oficina, aunque el número de visitantes foráneos todavía está lejos de alcanzar los niveles anteriores a la pandemia, cuando 15,53 millones de extranjeros visitaron China en la primera mitad de 2019.

La debilidad del consumo en China -debida en buena parte al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que también ha lastrado el empleo- se ha reflejado este año en un menor gasto medio por persona de los turistas domésticos.

Por ejemplo, en las últimas vacaciones por el Año Nuevo Lunar se registraron más viajes, pero el gasto medio ‘per cápita’ por día de los turistas fue de 166,85 yuanes (23,27 dólares) por los 176,90 yuanes (24,67 dólares) del mismo periodo de 2019, de acuerdo con datos recopilados por la prensa local.

El turismo internacional, un sector aún por explotar

Ante esta tesitura, y teniendo en cuenta la baja proporción representada por el turismo extranjero en el total de los ingresos del sector, las autoridades apostaron en los últimos meses por ampliar a más países esta nueva política de exención de visados.

Y en el último cónclave de la cúpula del Partido Comunista (PCCh, gobernante) celebrado este julio, se prometieron más medidas para que «a los extranjeros les sea más conveniente» visitar el país.

Entre ellas, extender las facilidades para que los extranjeros puedan usar los omnipresentes servicios chinos de pago electrónico WeChat Pay y Alipay con cuentas bancarias de otros países, un problema importante en el pasado porque la mayoría de los negocios no aceptan efectivo ni las principales tarjetas internacionales como Visa o Mastercard.

Por otra parte, el Banco Popular de China ha permitido un aumento de la cantidad que los titulares de pasaportes extranjeros pueden gastar en las aplicaciones chinas, pasando de 1.000 a 5.000 dólares, además de establecer un límite anual de 50.000 dólares por los 10.000 previos.

Asimismo, otros departamentos han emitido directrices para flexibilizar el alojamiento, de modo que ningún establecimiento podrá en teoría rechazar a extranjeros, además de eliminar normativas que exigían a los hoteles tener un certificado que les permitiera aceptar huéspedes foráneos.

Aumentar su contribución al PIB

En 2019, los ingresos totales por turismo fueron de 924.454 millones de dólares, de los cuales solo 131.300 millones llegó por parte de extranjeros -incluyendo hongkoneses, macaenses y taiwaneses-, es decir, tan solo un 14 %.

Según Zhu Shanzhong, ex subdirector de la Administración Nacional de Turismo de China, el país necesita «revitalizar urgentemente» el sector para convertir al turismo internacional en «un importante punto de crecimiento» dado que su contribución al PIB «es de solo el 0,5 % en la actualidad».

«Incluso antes de la pandemia había ya una gran brecha entre China y algunos de los destinos más populares en términos de contribución al PIB», señaló Zhu al semanal chino 21st Century Business Herald.

China quedó olvidada como destino dadas las estrictas políticas contra el covid que implicaban un cierre casi total de las fronteras, a lo que hay que sumar el deterioro de la imagen del país por los confinamientos, el menor número de rutas aéreas, las tensiones políticas o que la mayoría de las agencias apenas presupuestaron en los últimos años la promoción del turismo hacia ese país en sus campañas promocionales. EFE