El templo de Sun-tzu | Columnas | 5Días

Existe un viejo proverbio que reza que la tinta de los estudiosos dura más que la sangre de los mártires. Nada más aplicable a la obra “El Arte de la Guerra” atribuida al estratega militar y filósofo Sun-tzu, cuya tinta indeleble la trazó hace 2.500 años en la antigua China.

El templo de Sun-tzu | Columnas | 5Días

Es una obra que ha perdurado por su profundo conocimiento de la naturaleza humana, por la sencillez de su lenguaje, ataviada con inacabables metáforas que permiten internalizar lecciones que en su conjunto forman una filosofía práctica en el arte de la estrategia. La grandeza de este pequeño libro radica en que su epicentro es el estratega y su núcleo es su templo.

¿Cuál es el templo del estratega y porqué es de vital importancia en el ámbito de la estrategia? En las primeras páginas de su obra, Sun-tzu hace una distinción entre el general victorioso y el derrotado. “El general que gana una batalla hace muchos cálculos en su templo, considera muchos factores antes que ésta se libre”. En cambio, “el general que pierde una batalla hace pocos cálculos en su templo”. Haciendo una primera aproximación, el templo se referiría a un lugar físico, precisamente al cuartel general de mando y no a un templo budista o taoísta. Pero al reflexionar con mayor profundidad podríamos llegar a una conclusión inequívoca de que el templo es un lugar intangible y no es otro más que la mente del general, pues “muchos cálculos llevan a la victoria, pocos cálculos llevan a la derrota”.

Un general que desestima la valía de su templo o que lo ha hipotecado, tiene la derrota asegurada. En cambio, un general que rinde tributo a su templo se puede posicionar en un sitial superior al de un simple general, convirtiéndose en estratega. Por eso, Sun-tzu nos alerta de los riesgos de la improvisación y nos encomienda que “su estudio no se puede dejar de lado por ningún motivo”.