De acuerdo a Benegas, la obra representa un agradecimiento en vida a su madre, dos tías y su abuela, quienes siempre le inculcaron valores de humanidad con ejemplos de lucha y perseverancia “en el desinterés de brindar una mano e incluso, a veces, dejarse de lado a uno mismo por la felicidad de otro”.
Entre lo más importante de lo aprendido gracias a estas mujeres, resalta “jamás guardar rencor hacia nadie. Para mí, nada es más importante que aquello que no podemos palpar, me refiero a lo espiritual, los sentimientos y el modelo de vida”.
El video animado fue desarrollado, ilustrado y creado por Santiago Cabrera y Elías Méndez, el cual refleja la imaginación del viaje de un alma antes de elegir a su madre para nacer, siguiendo al personaje „Wisp“ a través de varios escenarios fantásticos, guiado por otro personaje „Angel“, hasta encontrar al lugar donde pertenece.
La canción cuenta con la voz de la española Zuberoa Aznárez (Diabulus in Música y Solista), los paraguayos Diego Bogarín en guitarras, bajo y voces secundarias; Adrián Benegas en los teclados, letra, música y producción; y como invitado especial Aldo Benegas, en mezcla y masterización y responsable del solo de guitarra.
Tragul vuelve a escena luego de algunos años de ausencia. Se caracteriza por el trabajo colaborativo a distancia, ya que contó con la participación de talentosos colaboradores del género metal a lo largo de su trayectoria.
Además de Zuberoa Aznárez aportaron el guitarrista estadounidense Steve Conley (Flotsam y Jetsam), el bajista alemán Oliver Holzwarth (ex Blind Guardian, ex Rhapsody of Fire, ex Tarja) y el baterista holandés Sander Zoer (ex Delain).
Los contactos se dieron gracias a internet y el trabajo fue completamente virtual.