El informe sobre la Situación Financiera de la Administración Central (Situfin), publicado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), revela que, al cierre del mes de enero de este año, más de la mitad de los ingresos estatales generados a través de los tributos abonados por los contribuyentes se destinaron nuevamente al pago de salarios de los funcionarios públicos.
A pesar de los discursos sobre la necesidad de optimizar los recursos obtenidos mediante el esfuerzo de los contribuyentes, la realidad muestra que en los últimos siete años ha habido pocos o nulos cambios en el porcentaje de los ingresos destinados a la remuneración de los empleados públicos en comparación con los ingresos generados por los impuestos. Aunque el mes pasado se registró una reducción, pasando de un 68% a un 58% en relación a cada G. 100 recaudados en diciembre, este descenso apenas representa el inicio del año y se requiere de un seguimiento continuo para verificar su sostenibilidad.
Históricamente, esta relación ha oscilado en torno al 70% de los ingresos totales, y cualquier reducción se ha debido más a un aumento en la recaudación que a medidas tomadas por los poderes estatales para controlar el gasto derivado de los sueldos de más de 300 mil funcionarios. Muchos de ellos ocupan cargos sin funciones específicas o desempeñan labores administrativas bajo la apariencia de cargos directivos.
FUENTES DE INGRESOS
58 %
de los ingresos fue a parar al sector público.