„Sí a la conversación, sí a construir, pero definitivamente no a los bloqueos, porque los bloqueos no son pacíficos, le están alterando los derechos a otras personas“, dijo Duque en declaración a periodistas.
El mandatario pidió el cese de esas acciones ante el desabastecimiento que afecta a varias ciudades, principalmente de combustibles, medicamentos y alimentos.
„El rechazo tiene que ser categórico a estas expresiones que son violentas“, agregó el mandatario.
Duque se pronunció contra los bloqueos en la víspera de su primer encuentro con los jóvenes que se manifiestan en las calles, y que son la cara más visible del malestar social frente al gobierno conservador.
Sin un liderazgo definido, el movimiento de protesta reúne sindicatos, estudiantes, indígenas con múltiples reclamos que en el fondo plantean un golpe de timón a la conducción de un país golpeado por el repunte de la violencia y la crisis económica que desencadenó la pandemia.
Las manifestaciones dejan 26 muertos y cientos de heridos, además de graves denuncias contra la fuerza pública por la represión en algunas ciudades.
De su lado, el gobierno denuncia la infiltración de las protestas por grupos armados como las disidencias que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016 con las FARC, y la guerrilla del ELN.
Bajo máxima presión, el gobierno lanzó una ronda de diálogos con sectores en busca de una salida a la crisis social, incluidos partidos políticos, jueces y medios de comunicación.
Este viernes Duque, en un encuentro con los medios, expresó su „dolor“ por las muertes ocurridas en las protestas y defendió el „derecho legítimo“ a la manifestación pacífica. También declaró que mostrará „cero tolerancia“ frente a abusos cometidos por uniformados.
En una carta pública, el mandatario manifestó además su intención de reunirse con el Comité del Paro, que reúne a varios de los sectores inconformes.