Destacó la evolución del panorama económico y político del país, así como las tendencias de inversión tanto a nivel local como internacional.

El año 2023 fue, según Rodríguez, un período de dos partes claramente definidas. La primera estuvo marcada por un clima de cautela y prudencia, especialmente debido al proceso electoral que generó incertidumbre entre los inversores. Sin embargo, la segunda parte del año presenció una recuperación notable, con un mercado que mostró confianza en el proceso democrático y en las políticas macroeconómicas del nuevo gobierno.

“Vimos una recuperación bastante consolidada”, afirmó Rodríguez, destacando la confianza renovada en el mercado de bienes raíces tanto a nivel local como internacional. Esta confianza se tradujo en un crecimiento continuo y en el aumento de inversiones extranjeras, especialmente de países vecinos como Argentina y Brasil.