Cómo distinguir y evitar a los “vampiros emocionales”

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La Lic. Ruth Villalba, psicóloga del Dpto. de Psicología del Hospital de Clínicas de la FCMUNA, explicó que los vampiros emocionales son individuos que de forma consciente o inconsciente, absorben la energía y el buen ánimo de las personas que están a su alrededor. Son aquellas personas que constantemente crean una atmósfera de negatividad. Este tipo de personas va creando una interacción desgastante ya sea en el trabajo, o en el lugar donde uno se encuentre. Van agotando y aislando a las personas y esto afecta seriamente a la salud física y también psicológica.

Es importante aclarar que el término vampiro emocional actualmente no tiene respaldo científico, porque no hay un manual de diagnóstico que pueda establecer un protocolo para identificarlos en un perfil más concreto. “Más bien es la psicología popular la que en este momento se está llevando a cabo este tema y se está interesando en la definición”, destacó la profesional.

Ahora bien, con respecto a las características, la principal es la falta de empatía.

“¿Por qué hablamos de falta de empatía? Porque estas personas tienen muy poca o nula empatía. Son personas que no están en condiciones de ponerse en el lugar de la otra persona. Es decir, ante situaciones que requieren una mirada humana. Tienen cero grado de sensibilidad, de aprecio. Podría decirse que estas personas son muy egoístas porque utilizan a la gente para sus propios intereses, sin importar que eso dañe a la otra persona. También son muy críticos, ya que constantemente están en desacuerdo con lo que otras personas plantean. Siempre están diciendo o dando críticas muy duras, negativas acerca de la opinión o de la forma de manejarse de las otras personas, son críticos en el sentido negativo”.

Asimismo, la profesional destacó que son personas pesimistas, generalmente no tienen una actitud vital positiva. “Ante cualquier situación siempre están esperando que ocurra algo catastrófico, están esperando que ocurra lo peor”

Otra característica es que se victimizan en toda situación “Siempre se colocan en el papel de la víctima y ante cualquier falla que se pueda encontrar en ellos, encuentran una excusa. Constantemente se están justificando sus malas acciones o su mal proceder. Siempre son ellos las víctimas. Además viven quejándose. Aprovechándose de las demás personas”

Otra particularidad de las personas con este tipo de comportamiento es que utilizan mucho el sarcasmo “¿En qué sentido utilizan el sarcasmo? Ante una situación tienen salidas sarcásticas, sin importar que ese comentario sarcástico, que de por si siempre es peligroso, pueda tener un impacto negativo en la otra persona. Hacen bromas pesadas, aparentemente simples, pero que dañan a las personas que están a su alrededor”

Las personas con estas características, absorben tanto la energía ajena y provoca que en determinados momentos la situación se vuelva asfixiante debido a la negatividad. “Absorbe nuestra energía y nos drena la alegría, nos somete y podemos caer en el error de adherirnos a ese camino de desánimo que constantemente están poniendo en práctica”

La especialista destacó que estar permanentemente con personas de este tipo de comportamiento, genera desgaste en el cerebro, mayor estrés, debilidad y los síntomas observables que podrían ser el cansancio físico, mental, emocional, pesadez en párpados, cefaleas tensionales, bajadas de ánimo, la sensación de querer huir, problemas de concentración, bajo rendimiento laboral – si es en el trabajo – bajo rendimiento académico, si es en el ámbito académico.

¿Qué hacer?

Cómo enfrentar a los vampiros emocionales. “Es muy importante en estos casos no caer en las redes de estos ‘vampiros’, no convertirnos en sus víctimas. ¿Cómo podemos lograr esto? Dialogando y siendo asertivos, expresando una postura de forma sincera y respetuosa en lugar de acusar a ese vampiro emocional. No aceptar todo pensando que así se evita crear conflictos. Se debe dialogar. Alejarse también es una buenísima opción porque hay personas que por más que seamos comunicativos y asertivos, seguirán siendo como son y disfrutando haciendo daño y si aun así no funciona, es muy sano tomar distancia”

Aprender a decir no es fundamental “A esos vampiros emocionales que se alimentan constantemente de nuestra predisposición, que están ahí fingiendo, disimulando que son nuestros amigos o que necesitan de nosotros y simplemente buscan sacar provecho de nosotros.

Cuando ya hicimos todo lo que está a nuestro alcance y siguen insistiendo y tratando de desestabilizarnos emocionalmente y logrando su equilibrio a costa de nuestro propio desequilibrio: no contestar, no dar respuestas personales porque por más que tratemos no entenderá.

En las redes sociales

Otra cuestión muy importante es que estos vampiros están al acecho porque no solamente están en el trabajo, en el entorno, sino también en las redes sociales. Muchos vampiros emocionales están buscando, atacando y absorbiendo nuestra energía y emociones positivas, entonces no tenemos que caer en el error de ser víctimas ni agresores, esta es la verdadera clave.