Las obras en las instalaciones donde se producirán aleaciones metálicas como el ferrosilicio y el polisilicio iniciaron con el acto de palada inicial que reunió a autoridades nacionales, representantes del sector industrial y referentes del mercado bursátil.
Los trabajos están previsto que concluyan dentro de 18 meses, periodo en que se empleará a 250 personas. La inversión es de US$ 40 millones, en la primera etapa, para un proyecto que contrató inicialmente 40 MW, con potencial de escalar a 100 MW.
Para llevar adelante esta innovadora iniciativa manufacturera, el Fondo de Inversión Naves Industriales -administrada por CADIEM- amplió su tamaño, desde los iniciales US$ 22 millones, en un busca de un patrimonio de US$ 14,8 millones que se está constituyendo mediante el llamado a inversores.
La planta electrointensiva en el Distrito Industrial de Limpio comenzó oficialmente sus obras de construcción, con el acto de palada inicial que se realizó jueves 13 de marzo, en un terreno de 65.000 m2. La fábrica tendrá como producto final de su proceso la aleación metálica ferrosilicio75% (FeSi75) para fabricantes de acero y fundiciones internacionales, con una capacidad de producción anual de 45.000 toneladas (considerada de mediana escala).
El evento de palada inicial contó con la presencia de autoridades del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), referentes del sector industrial y representantes de las empresas que participan del proyecto: REM Energías del Paraguay SA, empresa de capital paraguayo, argentino y brasileño, constituida para la explotación de la fábrica de ferrosilicio; CADIEM Administradora de Fondos; y REISA, empresa con foco estratégico en el sector inmobiliario.
Específicamente, se dio arranque a la construcción de las instalaciones que comprenden un horno que calienta a más de 1.000 grados con energía eléctrica (el Horno Eléctrico a Arco Submerso – SAF), así como zonas destinadas a la disposición de las materias primas, enfriamiento, filtrado y purificación del proceso de producción, al igual que oficinas administrativas y de suministros. La planta contará también con una subestación propia y línea eléctrica de alta tensión exclusiva.
El objetivo es producir inicialmente ferrosilicio, elemento que se usa como antioxidante en el proceso de producción de acero. El ferrosilicio es la materia prima que se utiliza en la fabricación de paneles solares, pantallas de celular, semiconductores, entre otros. En una segunda etapa, se prevé incursionar en la producción de polisilicio, utilizado a su vez en la industria electrónica y solar fotovoltaica.
El proceso de producción que se seguirá en la planta es el siguiente: la energía eléctrica se usa para calentar el horno, el horno derrite el carbón vegetal de madera reforestada, el hierro de chatarra reciclada y el silicio, que es el canto rodado; estos tres elementos se derriten, se sacan las impurezas y queda el ferrosilicio. El otro proceso -previsto para la segunda etapa-, consiste en derretir el canto rodado, mezclar con carbón vegetal, agregarle hidrógeno y producir polisilicio.
La inversión del proyecto es de US$ 40 millones, en una primera etapa, y se contrataron 40 megawatts de energía eléctrica, con el potencial de escalar hasta 100 megawatts.
Paraguay, destino de inversiones
El capital de la inversión es paraguayo, brasileño y argentino. La producción está pensada inicialmente para la exportación, bajo el modelo de maquila, pero con la posibilidad de que se constituya en materia prima para fábricas de paneles solares, pantallas de celular o semiconductores que eventualmente vengan a instalarse en Paraguay.
“Muy contento de traer esta inversión multinacional a Paraguay, de empresarios brasileños, argentinos y paraguayos, confirmando que Paraguay es un destino atractivo para desarrollar negocios. Vamos a instalar una planta metalúrgica de hierro aleaciones. Una obra que va a demorar 18 meses y vamos a estar empleando 250 personas en obra (de construcción de la planta), para luego emplear de forma permanente a 200 personas en la primera fase (de operación de la planta). Tenemos un proyecto de expansión importante, proyectando llegar a 100 MW de energía, para lo cual contamos con la ANDE (Administración Nacional de Electricidad) como aliado estratégico”, comentó João Camargo, presidente de REM.
“REM es el resultado de la alineación de múltiples intereses. A la vez, refleja nuestra decisión de elegir a Paraguay como destino de inversión, gracias a las condiciones favorables que ofrece. Esta primera palada simboliza el fruto de un trabajo coordinado y planificado entre el sector privado, gremial y público, con el apoyo del MIC, ANDE y UIP (Unión Industrial Paraguaya). Esperamos que este proyecto sea un factor de inspiración y contagio para que más empresarios, tanto locales como internacionales, aprovechen las oportunidades que nuestro querido país brinda”, mencionó a su vez Sebastián Benítez Bittar, representante de la firma REM y Benítez Bittar Constructora.
Alejandro Zuccolillo, representante de la firma REM, explicó que un punto muy importante es que estamos ante un proyecto que genera mano de obra y agrega valor a la energía eléctrica que Paraguay exportaba a los países vecinos. “Esto, industrializando materias primas paraguayas, en el caso de la madera reforestada, la chatarra reciclada y el silicio o cuarzo, con energía eléctrica limpia o renovable, lo cual le hace uno de los proyectos más verdes del mundo”, recalcó.
Este proyecto industrial prevé generar unos US$ 35 millones anuales en ventas, con una capacidad de producción de 45.000 toneladas al año de este insumo esencial para la fabricación de acero. Su ubicación estratégica del Distrito Industrial de Limpio facilita el acceso a infraestructuras clave y reduce costos logísticos. Además, cuenta con disponibilidad local de materias primas.
Para llevar adelante esta innovadora iniciativa manufacturera, el Fondo de Inversión Naves Industriales -administrada por CADIEM- amplió su tamaño, desde los iniciales US$ 22 millones, en un busca de un patrimonio de US$ 14,8 millones que se está constituyendo mediante el llamado a inversores. Se constituye así en una interesante experiencia de complementación entre las oportunidades que ofrece el mercado de fondos de inversión y el financiamiento bancario, en este caso, a través del banco Itaú.