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Asunción, Agencia IP.- En la mañana de este martes, Hugo Alonso Martínez asumió como nuevo Viceministro de Comunicación del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic).

Durante un acto oficial, encabezado por el ministro de Tecnologías, Fernando Saguier, se realizó la toma de posesión de cargo de Hugo Alonso Martínez en la sede del Viceministerio de Comunicación.

En la oportunidad, Saguier expresó que ante la difícil situación que atraviesa el país actualmente, desde la institución a su cargo buscan reforzar la comunicación estatal de manera eficiente y asertiva, objetivo al que se suma Alonso Martínez.

El nuevo viceministro, designado a través del decreto presidencial Nº  5.434, agradeció por la confianza en su trabajo y se comprometió a interiorizarse en los proyectos de la institución para mejorar la comunicación.

Hugo Alonso Martínez es abogado, recibido en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y actualmente se encuentra cursando un máster en Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Foto: Mitic

Cuenta con más de 10 años en cargos ejecutivos y más de 4 años como consultor independiente, puntualmente en comunicación estratégica y desarrollo de equipos, comunicación corporativa, relaciones públicas, derechos humanos, inclusión, comunicación social, planificación estratégica, innovación y campañas de comunicación masivas.

Además, se desempeñó en cargos como director de comunicaciones y asuntos corporativos de la Fundación Teletón, fue miembro del comité internacional de comunicación y marketing de la Organización internacional de Teletones (Oritel) y realizó trabajos como consultor independiente para el Banco Mundial, Europecares, Todos por Paraguay y la Sociedad de Gestión de Autores Paraguayos (APA).

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El testimonio de la joven Sara Benítez es de terror. Su papá estuvo 10 días internado y su abuela (26 días) en la clínica La Vero, ubicada en pleno centro de Asunción, donde recibieron un tratamiento alternativo de ozonoterapia rectal para „curar“ el Covid-19.

La denunciante comentó en entrevista con radio UNO 650 AM que el Dr. Aurelio Espínola, propietario de la clínica, era el médico de cabecera y amigo cercano de hace años de su padre. “Mi papá cuando tenía cualquier molestia consultaba con él y fueron muy amigos durante mucho tiempo”, indicó.

Primero su abuela comenzó a presentar los síntomas del Covid-19 (fiebre y cansancio). Como los hospitales públicos estaban abarrotados y los privados exigían elevadísimos montos de dinero para la internación, decidieron trasladarla a la clínica La Vero. “Mi papá le lleva con su doctor de confianza. Unos días después mi papá comenzó a presentar y también quedó internado en observación”, relató.

De acuerdo con Benítez, en el sitio llevaban adelante tratamientos alternativos por recomendación del doctor Aurelio Espínola, quien en todo momento garantizó a la familia de los resultados que obtendrían. “Nos dijo que él también se sometió al tratamiento cuando estuvo al borde de la muerte y que se recuperó. Ante la fe y confianza ciega que tenía papá en él, se hizo los tratamientos“, agregó.

Lo llamativo del caso, según resaltó la denunciante, es que los informes que recibían a diario de la clínica eran muy buenos, pero cuando venía a sus parientes no mostraban mejoría alguna, sino que lo contrario, cada vez estaban peor.

„Todos los días era una promesa distinta y mentira. Nos mintieron todos los días, nos dieron falsas esperanzas, no sé si falsificaban los análisis donde nos mostraban que estaba todo bien, que iban evolucionando. Queríamos sacarle de la clínica, pero el Dr. Aurelio siempre nos decía que ya estaban bien, ya se recuperaron de la enfermedad y ya iba a salir del alta. Creíamos en la palabra del doctor que nos mintió todo el tiempo“, sostuvo.

Su abuela Miguela Barriocanal Benítez (72) sí recibió el alta luego de 26 días de internación. En el informe de la clínica se dejó constancia de que la paciente ya estaba en óptimas condiciones y solo necesitaba descansar. Sin embargo, al verla muy deteriorada, la llevaron al sanatorio Santa Bárbara para practicarle estudios preventivos. Los resultados fueron totalmente diferentes a los que habían recibido de la clínica La Vero. La mujer fue internada en ese centro privado y al quinto día se produjo su deceso.

En el caso de su padre, en todo momento le insistían para llevarlo a otro sitio al ver que no mejoraba su condición. “Le decía: ‘papá, vamos”, pero él me decía: ‘Aurelio es mi amigo, no me va a mentir’”, recordó. A pesar de su negativa, comenzaron a buscarle sitio en otro lugar. Finalmente lo trasladaron al Hospital Nacional de Itauguá sin haber conseguido el alta de la clínica privada, cuyo informe final fue que “tenía solo 22% de infección en los pulmones, crisis de ansiedad y solo requería intubación preventiva durante tres días para que su cuerpo descanse, porque ya estaba en óptimas condiciones”.

Sin embargo, según contó la joven, el reporte médico dado por el hospital público fue devastador. “Desde un principio nos dijeron que no tengamos ninguna expectativa de vida. El primer reporte del Hospital fue sepsis pulmonar. El segundo fue de shock séptico. Nos dieron 0,0% de esperanza de vida”, lamentó.

La familia Benítez Barriocanal ahora pide explicaciones por el fallecimiento de ambos parientes que fueron internados en una clínica que no estaba habilitada para el efecto y que utilizaba tratamiento experimental sin ningún aval científico hasta el momento.

El abogado Guillermo Duarte Cacavelos, representante de Miguel Cuevas, presentó una solicitud de suspensión de la audiencia preliminar fijada para este miércoles.

El juez Yoan Paul López deberá decidir si considera válido o no el argumento de que la familia del procesado se encuentra en etapa de recuperación del Covid-19.

En caso de hace lugar al pedido, será la séptima vez que se suspenda la diligencia del legislador colorado.

Miguel Cuevas fue imputado luego de haberse detectado irregularidades durante su administración como gobernador del Departamento de Paraguarí, cuando logró un considerable incremento de su patrimonio.

Según la Fiscalía, que ya solicitó elevar la causa a juicio oral y público, Cuevas no está preparado para justificar unos 5.600 millones de guaraníes.

“Forma parte del marketing seguro, pero para mí no era necesario estar exhibiendo lo que se compra, mientras muchos compatriotas piden socorro, al minuto debían enviarlo a los hospitales”, lamentó el diputado de la ANR, Radeo Rojas.

El Gobierno entregó al Ministerio de Salud 60 respiradores, 60 monitores multiparamétricos y 100 bombas de jeringa, por un valor que supera los 11 mil millones de guaraníes.

Los equipos servirán para los quirófanos, las terapias intensivas neonatales y para adultos, así como las urgencias y las salas de diagnóstico.

La presentación de estos respiradores fue la primera actividad en la agenda presidencial y del acto participaron el ministro de Salud, Julio Borba, el director de Itaipú, Manuel María Cáceres, el asesor en “asuntos estratégicos”, Federico González, entre otros.

Según el último reporte, 4.131 personas están internadas por coronavirus. De ellas, 571 se encuentran en cuidados intensivos. Además, 140 fallecieron por esta enfermedad.

La madre, que se llama Gosiame Thamara Sithole y tiene 37 años, se encontraba de 29 semanas -el momento en que arranca el octavo mes de gestación-, según declaró su marido, Teboho Tsotetsi, al medio sudafricano IOL.

„Son siete niños y tres niñas, estaba embarazada de siete meses y de siete días. Estoy contento y emocionado“, explicó el padre tras el parto, que ya tenía con su esposa dos hijos gemelos de seis años.

Según declaró la propia Sithole, que sufrió dolores en las piernas desde las ocho semanas de embarazo además de acidez de estómago, dos de los bebés no pudieron ser detectados en los escáneres iniciales porque estaban situados „en el conducto erróneo“.

La doctora Dini Mawela, subdirectora de la escuela de Medicina de la Universidad de Ciencias de la Salud de Sefako Makgatho, situada en el norte Pretoria, aseguró que se trata de una situación muy poco habitual y, normalmente, relacionada con tratamientos de fertilidad, si bien Sithole precisó que éste no es su caso.

„Es una situación bastante única. No sé que con qué frecuencia sucede. Conlleva un riesgo extremadamente alto“, apuntó la doctora, para quien „el peligro es que, como no hay espacio suficiente en el vientre para los bebés, tendrán la tendencia a ser pequeños“.

„Los niños saldrán pequeños, con las oportunidades de sobrevivir comprometidas. Todo depende de cuánto tiempo los haya llevado dentro“, añadió Mawela.

Con la llegada de los diez recién nacidos -que pasarán los próximos meses en la incubadora-, esta madre sudafricana supera a Halima Cisse, la mujer maliense que alumbró a nueve bebés en Marruecos, tras ser evacuada por precaución a ese país, a principios de mayo de este año.

Estos partos batirían el récord del número más alto de bebés que han nacido y sobrevivido en un mismo parto, que ostenta desde 2009 la estadounidense Nadya Suleman, que dio a luz a ocho criaturas.