A un año de su lanzamiento, el Fondo de Inversión Ganadero FERUSA I, estructurado por BASA Capital junto al know-how productivo de FERUSA, alcanzó un patrimonio de G. 55.984 millones y sumó 289 cuotapartistas. Este desempeño no solo superó las expectativas financieras iniciales, sino que consolidó una nueva forma de invertir: con impacto directo en el sector productivo nacional, alto estándar técnico y visión sostenible.
En la foto: Andrea González, vicepresidente de BASA Capital.
En esta entrevista exclusiva con la Revista PLUS, Andrea González, vicepresidente de BASA Capital, repasa los factores clave detrás del éxito del fondo, su innovador modelo de ciclo completo y el creciente interés de personas físicas y empresas por una herramienta que une rentabilidad y responsabilidad. FERUSA I no solo diversifica portafolios, sino que redefine cómo se entiende hoy la inversión ganadera en Paraguay.
PLUS: ¿Qué significa para ustedes haber alcanzado los G. 55.984 millones en patrimonio y 289 cuotapartistas en este primer año de FERUSA I?
Andrea González: Alcanzar G. 55.984 millones en patrimonio y sumar 289 cuotapartistas en apenas un año representa un gran logro, no solo por los números en sí, sino porque reflejan la confianza de los inversionistas en el modelo que proponemos desde Basa Capital y Ferusa. Este hito confirma que existe un mercado interesado en alternativas de inversión vinculadas directamente al sector productivo nacional, con un enfoque profesional, previsible y alineado con principios de sostenibilidad.
Además, demuestra que la ganadería, como activo financiero, tiene un atractivo real cuando se gestiona con transparencia, tecnología y visión de largo plazo. En un país con fuerte vocación agropecuaria, poder transformar ese potencial en una herramienta accesible para personas físicas y jurídicas es un paso importante hacia la democratización de las inversiones y la profesionalización del sector.
¿Cuáles considera que fueron los factores clave para que el fondo mantenga una evolución estable y alineada con sus objetivos iniciales?
Andrea González: Uno de los factores clave fue la planificación y estructuración detallada que realizamos desde el inicio. FERUSA I nació con una estrategia muy clara y con la ventaja de contar con un socio técnico de altísimo nivel como Ferusa, cuya experiencia en gestión ganadera aportó desde el día uno en la ejecución eficiente del modelo. Esta sinergia entre conocimiento financiero y conocimiento técnico-productivo fue decisiva para mantener la estabilidad del fondo y cumplir con los hitos proyectados.
Otro punto fundamental fue la disciplina en el manejo operativo y la transparencia en la gestión. Contamos con un equipo técnico que monitorea constantemente cada aspecto del ciclo productivo, lo que nos permitió tomar decisiones oportunas frente a desafíos climáticos, sanitarios y de mercado.
PLUS: En términos de rentabilidad y productividad, ¿cómo se comparan los resultados actuales con las proyecciones realizadas al momento del lanzamiento del fondo?
Andrea González: Los resultados obtenidos en este primer año fueron altamente satisfactorios y superaron las proyecciones iniciales, tanto en rentabilidad como en productividad. A pesar de operar en un entorno desafiante, con fluctuaciones de precios y condiciones climáticas variables, el fondo logró generar un rendimiento que estuvo por encima de lo estimado en el plan original. Esto se traduce en valor directo para los cuotapartistas, que vieron en FERUSA I una alternativa sólida para diversificar sus portafolios.
En términos productivos, logramos eficiencias significativas, como el incremento en la ganancia diaria de peso y un muy bajo índice de mortalidad. Estos resultados no solo confirman la viabilidad técnica del modelo, sino que también fortalecen nuestra proyección a futuro. Nos permite decir, con base en datos, que FERUSA I no es solo una buena idea sobre el papel, sino una solución concreta que está generando resultados tangibles.
PLUS: FERUSA I se define como un fondo de ciclo completo. ¿Qué ventajas operativas y financieras ofrece esta modalidad frente a otros modelos de inversión ganadera?
Andrea González: El modelo de ciclo completo nos brinda una ventaja estratégica muy importante. Al encargarnos de todo el proceso (desde la compra del ternero hasta la venta del animal terminado), tenemos mayor control sobre los costos, la calidad y los tiempos del proceso. Esto permite generar eficiencias, reducir riesgos asociados a la tercerización de etapas críticas y mejorar el margen final de la operación. También facilita la trazabilidad y el cumplimiento de estándares de bienestar animal y sostenibilidad, que son cada vez más valorados por el mercado.
Desde el punto de vista financiero, esta modalidad nos permite capturar valor en todas las etapas del negocio ganadero. En lugar de depender únicamente de una ventana de comercialización específica, podemos optimizar la decisión de venta según la condición del mercado, lo que da mayor flexibilidad y estabilidad al fondo. Esta integración vertical dentro del proceso productivo es uno de los diferenciales más relevantes de FERUSA I frente a otras propuestas ganaderas más acotadas o parciales.
PLUS: Se logró un índice de mortalidad de solo 0,11%, muy por debajo de lo estimado inicialmente. ¿Qué medidas específicas hicieron posible este nivel de eficiencia?
Andrea González: Lograr un índice de mortalidad de solo 0,11% es un resultado excepcional que nos llena de orgullo, y que habla del nivel de rigurosidad con el que fue ejecutada la estrategia sanitaria y de manejo. Desde el inicio del fondo, se implementaron protocolos veterinarios estrictos, con vacunación adecuada, monitoreo diario de los animales y atención inmediata ante cualquier síntoma. A esto se sumó una nutrición equilibrada y adaptada a cada etapa del ciclo, que ayudó a mantener el ganado en condiciones óptimas.
También fue clave el compromiso con el bienestar animal, que no solo responde a una responsabilidad ética, sino que tiene un impacto directo en la productividad. Espacios adecuados, manejo de estrés, control ambiental y un equipo técnico capacitado fueron elementos fundamentales. Este resultado demuestra que la eficiencia productiva y la responsabilidad en la gestión van de la mano, y es un ejemplo del estándar que buscamos mantener en FERUSA I.
PLUS: ¿Qué perfil de inversionistas están apostando por FERUSA I y qué tipo de interés están demostrando las empresas frente a las personas físicas?
Andrea González: FERUSA I ha captado el interés de un perfil de inversionistas muy diverso. Por un lado, personas físicas con un enfoque patrimonial, que buscan alternativas distintas a los instrumentos financieros tradicionales y valoran poder invertir en activos reales, vinculados al sector productivo. Son inversores que aprecian la previsibilidad del fondo, su estructura técnica y el respaldo que ofrece contar con una gestión profesional y transparente.
Por otro lado, cada vez más empresas —particularmente del sector industrial, financiero y agrícola— se están interesando en este modelo como una forma de diversificar sus excedentes y al mismo tiempo apoyar el desarrollo de un sector estratégico como el ganadero. Para muchas, invertir en FERUSA I es también una manera de comprometerse con la sostenibilidad y la economía real del país. Vemos un crecimiento sostenido en ambos segmentos y confiamos en que seguirá ampliándose.
PLUS: Uno de los objetivos del fondo es generar impacto tangible en el sistema productivo ganadero. ¿Podría compartir algunos ejemplos concretos de ese impacto durante este primer año?
Andrea González: Durante este primer año, FERUSA I ha tenido un impacto concreto y positivo en diferentes niveles del sistema productivo ganadero. Desde lo económico, generamos empleo directo e indirecto en las estancias donde se ejecuta el fondo, promoviendo la actividad local y dinamizando cadenas de valor relacionadas: proveedores de insumos, servicios veterinarios, transporte, entre otros. Esta circulación de capital no solo beneficia a los inversionistas, sino que también llega a las comunidades rurales.
En lo técnico y ambiental, promovimos prácticas ganaderas sustentables como la rotación de pasturas, el uso racional del agua y un manejo cuidadoso del suelo. Estas medidas no solo mejoran la eficiencia productiva, sino que sientan un precedente sobre cómo se puede hacer ganadería de manera responsable y rentable al mismo tiempo. Creemos que este modelo puede ser replicado por otros actores del sector, contribuyendo así a una transformación positiva y más sostenible de la actividad ganadera en Paraguay.
PLUS: ¿Cómo se asegura el fondo de mantener un equilibrio entre rentabilidad para el inversionista y sostenibilidad para el sector ganadero?
Andrea González: Desde el diseño del fondo, trabajamos con la premisa de que rentabilidad y sostenibilidad no son opuestos, sino complementarios. Las buenas prácticas productivas —como la salud y el bienestar animal, la gestión eficiente de recursos naturales y la trazabilidad— son componentes esenciales para asegurar un rendimiento sostenible en el tiempo. En ese sentido, el fondo no solo cumple con estándares técnicos, sino que busca ir un paso más allá, integrando criterios ESG en su operativa diaria.
A su vez, estamos convencidos de que el mercado también valora este enfoque. Tanto los consumidores finales como los canales de comercialización comienzan a exigir productos con origen responsable, y eso impacta en el valor del animal terminado. Por eso, mantener ese equilibrio es una decisión estratégica: una ganadería bien manejada no solo produce más y mejor, sino que también accede a mejores condiciones comerciales. Esa es la lógica que aplicamos en FERUSA I.
PLUS: ¿Cuáles son las metas para FERUSA I en el mediano plazo, tanto en términos de crecimiento patrimonial como de impacto en el rubro ganadero?
Andrea González: En el mediano plazo, una de nuestras principales metas es continuar creciendo en patrimonio y base de cuotapartistas, lo que nos permitirá ampliar la escala del fondo, incorporar nuevas unidades productivas y seguir generando impacto positivo en el sector. Estamos analizando oportunidades para futuras emisiones, como un posible FERUSA II, que nos permita diversificar aún más las inversiones y llevar este modelo a nuevos niveles.
Además, queremos seguir profundizando nuestro compromiso con el desarrollo técnico del sector ganadero. Eso implica no solo crecer en volumen, sino también elevar la vara en cuanto a estándares de gestión, bienestar animal y sostenibilidad. En definitiva, aspiramos a que FERUSA I sea reconocido no solo como un fondo exitoso desde lo financiero, sino también como un modelo de referencia en innovación ganadera para Paraguay.
PLUS: Finalmente, ¿qué mensaje daría a quienes aún no se animaron a invertir en FERUSA I o desconocen el potencial de la ganadería como activo financiero?
Andrea González: A quienes aún no se animaron, les diría que se permitan conocer más sobre el fondo, que se acerquen a Basa Capital, pregunten, pidan información y vean los resultados que estamos logrando. La ganadería es un pilar económico de nuestro país, y tener la posibilidad de invertir de forma estructurada y profesional en este sector es una oportunidad que no siempre estuvo disponible para el público general.
FERUSA I ofrece una forma de invertir en la economía real, en un activo tangible, con respaldo técnico, control de riesgos y un potencial de rentabilidad atractivo. Es una propuesta innovadora que combina lo mejor del mundo financiero con lo mejor del mundo productivo. Y creemos que, con el tiempo, más personas se irán sumando a este nuevo paradigma de inversión.
PERFIL – ANDREA GONZÁLEZ
Vicepresidente de Basa capital. Tiene 35 años y es licenciada en comercio internacional. Posee una larga trayectoria trabajando en bancos de plaza y como estructurador de decenas de empresas locales e internacionales.
El foco principal de Andrea son las finanzas corporativas y la tecnología.