El 21 de mayo pasado, el Ministerio de Salud decidió ampliar el intervalo entre la primera y segunda dosis de la Sputnik, luego del anuncio hecho desde el Centro de Investigación Gamaleya, respecto a que la segunda dosis contra COVID-19 puede darse tres meses después de la primera, en lugar de los 21 días que es el intervalo mínimo aprobado, sin que influya en la intensidad de la respuesta inmune inducida. Es decir, las personas que recibieron la primera dosis recibirán el segundo componente a los 90 días para completar el esquema de la Sputnik V.
Pero, ¿el fabricante recomienda extender el intervalo? En realidad, Alexander Gintsburg, MD, profesor, académico de la Academia de Ciencias de Rusia, director del Centro de Investigación Gamaleya dice lo siguiente:
“Con respecto a la vacuna Sputnik V diseñada por nuestro Centro de Investigación de Gamaleya, creemos que es posible aumentar el intervalo mínimo entre la primera y la segunda vacuna desde los 21 días aprobados anteriormente hasta tres meses. La extensión del intervalo no afectará a la vacuna, induce una respuesta inmune y, en algunos casos, la potenciará y prolongará.
También creemos que, dada la demanda excepcionalmente alta de la vacuna entre la población, esta decisión aceleraría significativamente la inmunización. Creemos que depende de cada regulador nacional decidir si mantener el intervalo de 21 días entre inyecciones o extenderlo hasta 3 meses”.
En el caso de Paraguay, el Gobierno decidió extender no por recomendación del fabricante, sino más bien por la escasa cantidad de vacunas que arribaron al país.
No es cierto que Gamaleya recomiende extender el intervalo para la aplicación de la segunda dosis de Sputnik V. El fabricante solo dice que es posible, lo que es muy distinto a recomendarlo. Y esto le viene como anillo al dedo al Gobierno porque no tiene suficientes vacunas. pic.twitter.com/N4QOOIXJMw
— Rudericus (@Rvdericvs) June 9, 2021