Los acontecimientos obligaron a Vera a seguir con el rodaje un año más, para que su obra no quedara como „una visión distorsionada“ de la realidad, anclada en los testimonios recopilados a lo largo de 2020, que la evolución de la pandemia había dejado obsoletos.
„La película está en proceso y no la hemos terminado porque no hemos terminado con el drama. Tiene un desarrollo y un hilo dramático que se corresponde con cómo han sido las situaciones en Paraguay, desde el punto de vista sanitario, que es el nudo principal del relato, pero también del punto de vista social, político, moral…“, dijo Vera este jueves durante la presentación del tráiler de su obra en Asunción.
El rodaje todavía sigue su curso, aunque su director espera poder presentarla en un par de meses, con una duración de unas dos horas dividida en Pandemia y Pospandemia.
La primera parte recoge los testimonios de ministros, políticos, comunicadores y referentes sociales y culturales sobre la pandemia cuando apenas comenzaban las restricciones en el país y las cifras de contagios y muertes estaban todavía lejos de los 8.701 fallecidos de la actualidad.
En esa primera parte, los entrevistados recuerdan cómo se tomaron las primeras medidas, la incertidumbre ante un virus desconocido y cómo cambió la vida al aceptar un encierro durante meses.
Después, la realidad se impuso y tras el impacto inicial afloraron las sospechas de corrupción, las críticas a la gestión gubernamental, las protestas sociales y la escasez de vacunas.
Fue entonces cuando surgió la necesidad de seguir adelante con una segunda parte, Pospandemia, en la que Vera trata de responder a algunas preguntas sobre el futuro de la sociedad paraguaya y su reconstrucción una vez superada la pandemia.
En esta segunda parte, Vera deja atrás los testimonios analíticos de la primera parte para mostrar un mensaje „mucho más crítico“.
„Sus tonos van cambiando a medida que va entrando la crisis y va adueñándose del país. (En la primera parte) Se habla muy poquito de la corrupción, se menciona, se insinúa… pero más adelante hay un análisis fuerte, descarnado, que yo voy llevando adelante en la provocación“, expresó el director.
Vera promete un „final abierto“, crítico y esperanzador a la vez, para que pasada la pandemia el espectador que se siga sintiendo interpelado y llamado a la reflexión y el análisis.
Este „documento de historia“ ha representado para Vera el rodaje más largo de su filmografía, con más de un año de trabajo acompañado por profesionales de Argentina, Perú, Paraguay y Chile.
El proyecto ha salido adelante a pesar de las dificultades para la financiación que encontró su director, ante la „desmantelación de los presupuestos para cultura“.
„Uno se enfrenta a ese desafío de abordarlo y mantener la independencia hasta las últimas consecuencias“, señaló.