“No pueden retener un cadáver solo porque existe una deuda con el sanatorio”, indicó López a Radio La Unión.

Comentó que “hay personas que de repente hipotecan casas o venden vehículos para retirar cuerpos de sus familiares, eso es jugar con el dolor de la gente”.

Esta mañana, el Samaritano se negó a entregar un cuerpo porque los familiares del paciente debían alrededor de 70 millones de guaraníes.

López dijo que tomó conocimiento del caso recién hoy cuando se apersonó al centro asistencial por otro caso, cuya denuncia tiene que ver con irregularidades atinentes a costos exorbitantes.

Un paciente ingresó el 20 de mayo pasado y falleció esta semana. Sus familiares alegaron que abonaron 70 millones de guaraníes, pero que ahora le exigen otros 100 millones como parte de la deuda adquirida en concepto de los gastos de internación.

Al mismo tiempo, la asesoría jurídica del Samaritano desmintió las versiones y procedió a romper acuerdos con el Ministerio de Salud para recibir pacientes con casos de covid-19.