“Tenemos que asegurar el suministro de las vacunas en los puntos rojos, no tiene que ser más la franja etaria, sino la población activa, el lomitero, la población activa se está cayendo y muriendo, a esa población le va a llevar al virus y va a morir”, advirtió el médico Carlos Morínigo.

Ratificó su pedido de cuarentena estricta por 10 a 15 días, pero con el propósito de hacer una inmunización masiva que apunte a la gente que sale a la calle a trabajar y que se enfrenta al virus diariamente.

Indicó que mientras dure el confinamiento, el Estado debe articular herramientas para dar asistencia económica a los afectados en sus ingresos y que si no se detienen provisoriamente las actividades y la interacción humana, se verá a gente morir en la calle, sin posibilidad de llegar a los hospitales.

Morínigo recordó que Paraguay pagó al mecanismo Covax por 4.300.000 vacunas y que hasta ahora recibió poco más de 134.000. Sobre este punto cuestionó que la Procuraduría General de la República no haya hecho todavía una demanda internacional contra la OPS.

Para Morínigo la ecuación es clara, sin vacunas no hay forma de salvar vidas y mientras no lleguen las cantidades suficientes, el encierro estricto por al menos dos semanas se convierte en la única solución.