Desarrollo y conectividad vial: las otras buenas noticias del Paraguay más allá del logro del grado de inversión

Crédito columna: Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL.

Entiendo que la mayoría de las voces que no desean sacar ningún tipo de rédito político del logro de grado de inversión, han opinado del mismo con racionalidad, cautela y remarcando que es un paso adelanto en un camino muy largo, que todavía tiene muchas asignaturas pendientes.

Es evidente que este logro, sin duda alguna, es una de las pocas políticas de Estado del país, que se renueva de una u otra forma a través ya de décadas y de diferentes gobiernos y partidos. Lamentablemente los enormes logros y beneficios de sostener, entre diferentes actores, esta política, no ha logrado que la misma se imite en otros órdenes de la vida nacional.

Si hay algo que distingue a Paraguay, es un divorcio cada vez más acentuado entre desarrollo público y desarrollo privado. Esto se da en áreas tales como seguridad, educación, justicia, empresas de servicios públicos y tantísimas otras áreas donde el Estado “hace agua” y ningún tipo de gobierno hace lo que se debe hacer, para mejorar esta situación.

Sin embargo, debemos también decir que ha habido un área donde claramente hay un cambio para mejor y altamente significativo y está dado por las sostenidas y permanentes inversiones en el sector vial.

Siendo que el país carece de vías férreas, que el transporte fluvial está básicamente orientado para la importación y exportación de productos y que solo existe un vuelo interno de Asunción a Ciudad del Este dos veces a la semana; resulta vital desarrollar una red de carreteras que permita no solo el transporte de productos, sino también el traslado de personas con fines laborales, personales o turísticos de una forma razonable y segura.

No solo se han duplicado rutas fundamentales, y otras están en estado de licitación, sino que se está llegando a cientos de poblaciones a las que no llegaba el asfalto y a regiones donde las rutas significaran claramente un potencial en el desarrollo económico.

Esto viene acompañado de dos puentes internacionales nuevos en la frontera con Brasil y un puente nuevo de ingreso y salida a la ciudad de Asunción desde Argentina y el Chaco paraguayo. Obras más que relevantes e imprescindibles como la Costanera Norte y la Costanera Sur, de la capital, así como también en la zona del Este del país.

A su vez, estas inversiones han posibilitado, como un enorme beneficio secundario, la incorporación de nuevas tecnologías constructivas de compra de maquinaria de última generación, incorporación de conocimiento y la creación de miles de empleos.

Esperamos que estos ejemplos tan favorables sirvan para que la política se permita encarar tantos desafíos pendientes y necesarios para potenciar el crecimiento del país y la calidad de vida de la gente.