Asunción, Agencia IP.- Con respecto al año anterior, la Pobreza Multidimensional bajó 2,5 puntos porcentuales, lo que significa que alrededor de 137.068 personas salieron de esta situación, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Presentó el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), una medida oficial que analiza las carencias de la población, más allá del aspecto monetario, y evalúa el comportamiento de indicadores en cuatro dimensiones que son el acceso a trabajo y seguridad social; vivienda y servicios; salud y ambiente, y educación. Los resultados provienen de la Encuesta Permanente de Hogares Continua de los años 2022 y 2023.
Determinan que en el 2023 la proporción de la población paraguaya en situación de pobreza multidimensional fue de 17,19%, es decir, aproximadamente 1.009.044 personas se encontraban en esa situación; mientras que en el 2022 la incidencia de Pobreza Multidimensional llegó al 19,68%, que correspondía a 1.146.112 personas.
La incidencia en áreas rurales llegó al 33,09% y al 7,50% en las áreas urbanas del país el año pasado. Al comparar con el año anterior, también se refleja una baja de 4,35 puntos porcentuales en el área rural puesto que, en el 2022, la pobreza multidimensional llegó al 37,44%. En el área urbana la baja fue de 1,37 puntos porcentuales, pues en el año 2022 se encontraba en 8,87%.
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) complementa a la medición de pobreza monetaria, la cual es estudiada desde hace 27 años en el país, desde la perspectiva del ingreso disponible de las personas para cubrir los costos de la Canasta Básica de Consumo y la Canasta Básica de Alimentos.
Encarar de manera multidimensional la medición de la pobreza propone examinar el goce de los derechos de la población y pretende mejorar la focalización efectiva las políticas públicas.
Igualmente, el IPM proporciona información que permite evaluar el comportamiento de los indicadores en sus diversas dimensiones. En ese sentido, en comparación al año 2022, los indicadores con mayor reducción se relacionan con la subocupación por insuficiencia de tiempo; el uso de carbón o leña para cocinar y la falta de saneamiento mejorado.
Esto significa que los ocupados lograron aumentar sus horas de trabajo, la población migró hacia herramientas menos contaminantes para la preparación de alimentos, como la electricidad, e incrementó la tenencia de pozo ciego en los hogares.
En cuanto a la incidencia de la pobreza multidimensional por departamento, y en orden descendente, se mencionan a San Pedro con 33,20%; Caazapá con 32,37%; Concepción con 32,34%; Canindeyú con 27,23%; Paraguarí con 26,77%; Guairá con 25,48%; Itapúa con 25,20%; Caaguazú alcanza un 25,11%; Amambay, 20,89%; Cordillera, 20,22%; Ñeembucú, 19,68%, Presidente Hayes, 19,32%, Alto Paraná, 15,79%; Misiones, 14,60%; Central, 7,32%; y Asunción, 4,01%.
La metodología del IPM está basada en estudios de la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI, por sus siglas en inglés), que a su vez se basó en la Teoría de Capacidades del Premio Nobel de Economía de 1998, Amartya Sen.
El INE ha recibido permanente asesoramiento de esta prestigiosa organización, y además, ha consensuado la construcción del IPM con instituciones públicas, centros de investigación, organismos cooperantes e investigadores independientes.
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