Madrid.-En el encontronazo más áspero entre los dos países en años -provocado por las palabras del presidente Javier Milei señalando como “corrupta” a la esposa de Pedro Sánchez-, ahora sería el turno del presidente argentino para mover ficha.
Porque la retirada de la representante de España en Argentina, sin aparente fecha de regreso, crea una asimetría diplomática que la canciller Diana Mondino está tratando de volver a equilibrar.
“Confiamos en que podamos reconducir las relaciones entre nuestros gobiernos para ponerlas en línea con las que nos reclaman nuestras sociedades”, dijo Mondino este lunes.
Quienes conocen los engranajes del aparato diplomático español desde adentro confían en que la tensión no llegará a la expulsión del embajador Bosch de España.
La retirada de la embajadora española María Jesús Alonso Jiménez que el ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares, anunció el domingo y la convocatoria de este lunes al representante de la Argentina en España develaron gestos, señales del enojo español ante las palabras de Javier Milei.
El “sin die” que el canciller español aclaró en su declaración institucional del domingo, cuando se refirió al llamado de su embajadora en Buenos Aires revela que no se sabe si España volverá a tener representación diplomática en Argentina. Por ahora.
El ministro Albares, por otra parte, aclaró este lunes, y antes de reunirse con él, que “de forma excepcional” él mismo recibiría al embajador argentino ante el Reino de España, Roberto Bosch. “Y le voy a exigir personalmente esas disculpas publicas de Javier Milei”, anticipó.
Bosch fue confirmado en su rol como representante argentino en España apenas un día antes de que el presidente Milei aterrizara en Madrid. Fue cuando presentó sus credenciales ante el rey Felipe VI, que es también jefe del Estado español.
El mismo canciller aclaró que, por lo general, son otros funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores los que encaran las reuniones con los embajadores de otros países cuando es necesario limar asperezas o aclarar conflictos.
El encuentro entre el ministro español y el embajador argentino se realizó en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores este lunes, pasadas las 13.30, y duró aproximadamente media hora.
Allí, el canciller Albares reiteró que el gobierno de España considera “graves” las declaraciones del presidente Milei y que exigen unas disculpas públicas.
El embajador Bosch tomó nota formal de la queja española sin dejar de señalar que el mandatario argentino fue blanco de ofensas y críticas de varios ministros de gobierno de Pedro Sánchez.
Se refería a las palabras del ministro de Trabajo español, Oscar Puente, quien hace dos semanas habló de Javier Milei como alguien que consumía “sustancias”.
Y es estos días, mientras el presidente estaba de visita en España, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la ministra de Ciencias y Universidades, Diana Morant, calificaron a Milei como “negacionista” y “promotor del odio”.
El mismo presidente Pedro Sánchez, durante el fin de semana, se refirió al presidente argentino como uno de los protagonistas de lo que denominó la “internacional ultraderechista”. Aludía así a la convención de Vox en la que Milei participó como invitado de honor.
“Lo que vivimos ayer (por el domingo) en Madrid sí habla del riesgo que representa la internacional ultraderechista para sociedades como la nuestra que sustentamos nuestros pilares sobre el progreso económico, la justicia social y la convivencia”, dijo Sánchez este lunes desde un foro económico.
España “exige” unas disculpas públicas del presidente Javier Milei que, por ahora, no llegarían. Habrá que ver qué plazo se puso el gobierno español para esperar un gesto de la Casa Rosada.Clarín.
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