Valorado por su filantropía y por mantener una vida austera. De joven repartió periódico para ganar dinero. Desde 1958 vive en la misma casa, en el centro de Omaha, que compró por USD 31.500. Es una persona que cuando habla, el mundo de las finanzas escucha. Pero lo que muy pocos saben de él, es que en su cabeza se alojan varios modelos mentales que los ha desarrollado para comprender el mundo y tomar mejores decisiones. Uno de ellos y quizás el principio rector de su éxito es el círculo de competencia.

En varias ocasiones Buffett se refirió a la importancia del círculo de competencia, pero la primera vez que la hizo pública fue en la carta a los accionistas de su empresa, en 1996. En esa carta recomendaba que “..no tienes que ser un experto en todas las empresas, ni siquiera en muchas. Sólo tienes que ser capaz de evaluar empresas dentro de tu círculo de competencia”. Seguidamente añadió: “El tamaño de ese círculo no es muy importante; conocer sus límites, sin embargo, es vital”.

¿Qué es un círculo de competencia? Imagínate una persona que vive en un pueblo hace 40 años. Este pueblerino conoce a cada uno de los habitantes no solo por sus nombres, sino también por sus apodos, sabe cuáles son sus necesidades, debilidades, temores, ambiciones, pecados. Ahora, imagínate que un día viene un citadino al pueblo y de una mirada y tras conversar con algunos de los habitantes cree tener un entendimiento total de la vida del pueblo. Pero, mientras el pueblerino tiene un conocimiento verdadero y profundo de lo que realmente ocurre en el pueblo, el citadino tiene apenas un conocimiento muy superficial del lugar. Mientras el pueblerino tiene un entendimiento basado en un círculo de competencia, el citadino se encuentra fuera de ese perímetro.