Los mitã‘i del pueblito | Columnas | 5Días

Villa Progreso era un añejo pueblito del interior ubicado en la ribera de un pequeño arroyo, como la mayoría de las poblaciones del interior.

Los mitã‘i del pueblito | Columnas | 5Días

Este cauce de agua serpenteaba la zona y servía también de sitio de juegos y baño de los niños, en los días estivales en que la canícula invitaba a tomarse esta refrescante conducta vespertina, bajo la atenta mirada de algunas madres o de algunos hermanos mayores.

Era una comunidad pequeña, con casitas típicas, casi todas de adobe, con estilo bien colonial y las amplias calles de tierra roja. Eso sí, los amaneceres eran hermosos porque el horizonte no tenía fin y las noches estrelladas permitían contemplar la inmensidad del cielo, que servía, la mayoría de las veces, como techo de las improvisadas camas tendidas cerca de las parraleras de los humildes hogares. Villa Progreso no tendría más de 800 a 1.000 habitantes en todo el pueblo. Contaban con una pequeña iglesia, una sola escuela y muy pocas comodidades de la vida moderna.

FUTURO INCIERTO