Fenómeno | Columnas | 5Días

¿Qué es un fenómeno? Muchos prefieren identificar la palabra con hechos sobrenaturales, un tornado, un huracán…”. Otras veces la cuestión escapa hacia lo fantástico e improbable. “Persona o animal monstruoso” dice la Academia.

Pero, ¿qué acepción le cabe a Messi? ¿Cómo calificarlo? El problema con el astro máximo del futbol es que se están acabando los calificativos. El día que Messi se fue del Barza, toda Barcelona entró en una suerte de duelo colectivo. Los partidos perdieron magia, la hinchada asistía a ellos más por costumbre que por puro deleite pelotero para no hablar de los administradores del club que vieron derretirse algunas cifras de ingresos en taquilla y esponsors. Al mismo tiempo, París le abría las puertas y la Torre Eiffel encendía todas sus luminarias como bienvenida. Francia entera se rendía a los pies del rosarino, los mismos pies que tiempo después serían sus verdugos en el mundial de Qatar. Sin remedio, los inventores del champán y del crêpe suzette debieron arriar enseñas y honrar al genio rosarino, salvo un reducto de negacionistas redomados que intentan hasta hoy taparlo con montañas de ludibrio.

Pero Messi ya estaba lejos de todo aquello, porque había encontrado su lugar en el nuevo mundo, en la mítica Miami, en un club desconocido en el que ni bien puso un pie saltó al universo de los grandes negocios. Una camiseta con el numero diez, que Adidas vendía a 15 dólares, saltó a 200. Apple, en tato, se aseguró de capturar los derechos exclusivos de las transmisiones de la “era Messi” con un torrente instantáneo de siderales

321 facturaciones. Se asegura que para diciembre, el Inter alcanzará un valor de mercado de US$ 1.500 millones. Y es sólo el comienzo.