La izquierda que ha gobernado el país vecino durante décadas ha logrado captar una enorme porción del electorado gracias a una receta bien conocida en Paraguay: la prebenda política y el asistencialismo social. Esta estrategia ha llevado al disparo de la deuda pública argentina ya un grave déficit fiscal. Se gasta mucho más de lo que se recauda y se ha exprimido al máximo a aquellos que producen para financiar este carnaval de favores que, durante dos décadas, mantuvieron cautivo el voto bajo la excusa de una supuesta justicia social.
La situación en el país vecino es relevante porque allí residen más de 650.000 compatriotas y el intercambio comercial entre ambas naciones supera los US$ 4.000 millones, con un superávit para Paraguay debido a los enormes ingresos por exportación de granos.
Si Sergio Massa resulta victorioso, será un camino difícil recomponer las relaciones diplomáticas que se han deteriorado en los últimos meses. En caso de que Patricia Bullrich se imponga, parece haber más afinidad ideológica con el gobierno paraguayo. En cuanto a Javier Milei, todo es una incógnita, ya que su verborragia no puede ser tomada de manera literal dada la realidad del ejercicio del poder, lo que podría impedirle cumplir gran parte de sus ideas libertarias.