La corrupción en Paraguay no es un problema que se pueda resolver de la noche a la mañana. Requiere un compromiso continuo tanto a nivel gubernamental como ciudadano. La educación y la concienciación son herramientas cruciales para cambiar la cultura de la corrupción.
A pesar de la rica historia y cultura, la corrupción ha sido un obstáculo constante en su desarrollo y lo sigue siendo. La naturaleza de la corrupción en Paraguay y los esfuerzos para combatirla siempre han sido muy pobres en su combate.
Durante décadas, hemos lidiado con prácticas corruptas en el gobierno, la justicia y los sectores empresariales. La falta de transparencia y rendición de cuentas ha socavado la confianza pública y obstaculizado el crecimiento económico. Mucho no ha cambiado.