Mi madre prefería llamarles “La yunta”. Tanto la psicología, la sociología y la neurociencia concluyen una y otra vez que nuestro entorno es muy importante, quizás demasiado.
Para avanzar, quiero ofrecerte tres leyes que, como cualquier otra ley, podemos o no respetar, pero tratándose de nuestra vida, debemos convertirnos en férreos defensores de estas para nuestro bien. Es como aquellos que cruzan el semáforo en rojo creyendo que son “cuidadosos” o “vivos”, cuando lo único que hacen es atacarse a si mismos.
Ley de consciencia de compañías: Analiza tu entorno, haz un análisis objetivo de sus quitas y aportes en tu vida actual. ¿Eres capaz de describir objetivamente a tu entorno en términos de “es bueno” y “no es bueno para mí”?