Las patologías tratadas con fototerapia corresponden el 60% a psoriasis, el 30% a micosis fungoide, tipo de linfoma cutáneo y el 10% a otras enfermedades como dermatitis atópicas, prurigo nodular, eccema. En Clínicas se registran actualmente a 20 pacientes que acuden entre dos a tres veces por semana; otros pacientes están en conservación, una vez por semana.

En estas enfermedades se pueden utilizar la fototerapia UVA, para mejorar estas afecciones con la dosificación examinada y determinada de acuerdo al fototipo del paciente, manifestó la Dra. Romina Giardina, jefa del Dpto. de Fototerapia de la Cátedra y Servicio de Dermatología del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA.

La Cátedra y Servicio de Dermatología cuenta con la cabina fototerapia UVA, que en forma controlada y supervisada por especialistas del área, prescriben la cantidad necesaria de exposición a cada paciente que lo requiera, para tratar a ciertas enfermedades de la piel.

Giardina explicó que existen ciertas patologías que por el uso de la radiación ultravioleta pueden empeorar en su estado o ser desencadenantes de la aparición de enfermedades como el liquen plano y el pénfigo.

“En el espectro UVA, el paciente consume un medicamento dos horas antes de la radiación, que hace que la piel pueda captar esos rayos, de acuerdo a cada tipo. El tratamiento es controlado y el tiempo de permanencia se va aumentando en cada sesión hasta llegar al tiempo límite, donde comienza el mejoramiento y lo que tolera el paciente”, indicó la dermatóloga.

El Prof. Dr. Arnaldo Aldama, Jefe de la Cátedra y Servicio de Dermatología, explicó que es importante la dosificación de los rayos ultravioletas, del tipo de rayos que se emite a los pacientes, el tipo de piel y la enfermedad. En la Cátedra Dermatología se consideran todos los aspectos médicos para indicar el tratamiento de fototerapia.