„El incendio causó 41 heridos y 46 muertos“, anunciaron los bomberos de Kaohsiung en un comunicado.

El incendio se declaró en un edificio de 13 plantas a primeras horas del día y arrasó varias de ellas antes de que los bomberos pudieran controlarlo, informaron las autoridades.

En las fotografías publicadas por la agencia de prensa oficial taiwanesa Central News Agency (CNA) se veía humo y enormes llamaradas saliendo del edificio mientras los bomberos intentaban apagar las llamas.

Al salir el sol, la magnitud del siniestro apareció con toda su gravedad: la fachada del inmueble calcinada en todos los pisos, completamente negra en los inferiores, y los cristales rotos.

La mayoría de las víctimas se encontraban entre la séptima y la undécima planta, donde había apartamentos residenciales, según los bomberos.

Las cinco primeras plantas, destinadas a un uso comercial, estaban vacías.

Los bomberos enviaron más de 70 camiones al lugar y tardaron cuatro horas en extinguir las llamas.

Algunos habitantes afirman haber oído ruidos fuertes en las plantas inferiores, donde se declaró el incendio.

„Escuché muchas explosiones fuertes +bum, bum, bum+ en la planta baja y bajé para investigar“, declaró a Formosa TV un habitante que no quiso dar su nombre. „Entonces me di cuenta de que había un incendio y llamé a la policía“.

Otra superviviente declaró, bajo anonimato, que cuando abrió la puerta para salir „el pasillo estaba lleno de humo negro“.

Al caer la noche del jueves, la policía anunció que los servicios de rescate habían terminado sus tareas de búsqueda en el inmueble sin encontrar nuevas víctimas.

Un policía de Kaohsiung afirmó a la AFP que el edificio tiene 40 años y en él vivía gente con ingresos bajos, en torno a unas 100 personas según los supervivientes.

Las autoridades no han descartado la posibilidad de que el incendio haya sido intencionado, añadió.

El jefe de bomberos de Kaohsiung, Lee Ching-hsiu, explicó que la mayoría de habitantes estaban en la cama cuando se declaró el fuego, según citas de la agencia CNA. Entre ellos había gente mayor, con demencia o discapacidad física, añadió.

PROBLEMAS DE SEGURIDAD

Se trata del incendio más mortífero en Taiwán en varias décadas. El último incendio con un saldo similar se remonta a 1995, cuando 64 personas murieron en un club de karaoke abarrotado de gente.

También es uno de los más mortales en un edificio de viviendas en el mundo en los últimos 20 años.

Taiwán, un país azotado por terremotos y ciclones, se rige por códigos de construcción estrictos, pero los estándares de seguridad con frecuencia se quedan en teoría y no se aplican, sobre todo en los edificios antiguos.

Algunos de los terremotos recientes han provocado muertos por el derrumbe de edificios viejos que incumplían las normas de construcción.

A principios de año, 49 personas murieron cuando un tren fue golpeado por un camión que se deslizó a las vías, en la peor catástrofe ferroviaria en la isla en décadas.

Investigaciones posteriores desvelaron que las agencias gubernamentales habían ignorado los avisos del riesgo de incidente en ese tramo de la vía situado en la ladera de una montaña.