Aunque la adopción de IoT está aumentando en muchas industrias, los ingresos hasta la fecha solo han experimentado un crecimiento lineal en lugar de exponencial.

La adopción se ve frenada por limitaciones tanto de la oferta como de la demanda. Los conjuntos de chips y las redes aún no admiten la prometida conectividad siempre activa y de bajo consumo de energía que requieren muchos casos de uso simples de IoT. Actualmente, los clientes empresariales carecen de las capacidades para implementar y gestionar soluciones de IoT. Para florecer plenamente, IOT requiere que un ecosistema de socios (empresas de telecomunicaciones, proveedores de software y nube, e integradores de sistemas y negocios) se unan para desarrollar soluciones más efectivas y escalables a los problemas de los clientes. En los próximos cinco años, el fuerte interés de las empresas en los casos de uso de IoT se traducirá cada vez más en ingresos.

Los dispositivos IoT, que se han vuelto comunes en los últimos años, se generalizarán. Se espera que el número total de dispositivos instalados aumente de 16.400 millones en 2022 a 25.100 millones en 2027, aproximadamente tres dispositivos por cada ser humano del planeta (consulte el gráfico a continuación).